Iglesias Evangélicas. El Porque de las diferentes denominaciones!

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«… el verdadero desarrollo de las denominaciones más importantes, surgirían por la necesidad de profundizar en una relación más personal con Dios, apartándose del aletargamiento religioso para seguir las pautas del Espíritu de Dios, a pesar de la oposición y obstaculización de los que quieren siempre controlar y manipular a Dios»

 Son muchas las iglesias evangélicas que existen con diferentes nombres y características, pero esto que es propio del pueblo evangélico no significa necesariamente división o desunión, sino que es el compromiso local de los miembros de las iglesias que se identifican con una congregación determinada.

 

Para entender mejor lo que se expone aquí, recomiendo se vea, el tema tratado anteriormente: «Los evangélicos sin papa, ni patriarcas, ni un líder universal». No existe una estructura internacional dependiente de un líder, directiva o concilio, que dirija a todos los evangélicos de forma universal.

 

En el transcurso del tiempo y en la actualidad muchas iglesias se han ido formando, en torno a la Palabra de Dios. En la misma Biblia se identifica por primera vez como cristianos a un grupo de creyentes que se reunían en Antioquía, y que la iglesia que se había constituido ya en Jerusalén no conocía, por lo que Bernabé fue enviado para conocerlos (Hechos 11:19-26). Unas iglesias surgirían por la persecución realizada a los que sostenían una fe genuina;  otros porque conociendo la Biblia, comenzarían a tener reuniones en casas, desarrollándose comunidades e iglesias. Otros, por mantener cierta teología, como el luteranismo, el calvinismo o el arminianismo, etc., formarían iglesias diferentes a lo largo de la historia, pero teniendo en común lo principal y formando en conjunto una comunidad de creyentes que forma parte del pueblo de Dios en general

 

Pero, el verdadero desarrollo de las denominaciones más importantes, surgirían por la necesidad de profundizar en una relación más personal con Dios, apartándose del aletargamiento religioso para seguir las pautas del Espíritu de Dios, a pesar de la oposición y obstaculización de los que quieren siempre controlar y manipular a Dios. Permitidme, para presentar este tema, que use las páginas de mi libro «La historia de la Iglesia a través de los avivamientos».

 

El «evangelicalismo», entendiendo por esto, lo que muchos creyentes experimentaban al encontrarse con la Palabra de Dios, que les desafiaba a cambiar, sería también un revulsivo para formar nuevas iglesias. Lo que sería más común al poner en manos de muchos la Biblia en su lengua materna o vernácula. Esto se vio de una forma especial en el siglo XVII, cuando muchos fueron marcados por un avivamiento de renovación y de reformismo, posteriores a l Reforma del XVI, pero en este caso no dirigido por una iglesia en concreto, ya que este sería un movimiento «transconfesional». Su propósito sería un énfasis de relación personal con Dios, la lectura de la Biblia y la oración, permitiendo la obra del Espíritu Santo.

 

 En este contexto de renovación, entre los protestantes, surgiría el Pietismo Alemán y de los Países Bajos, así como el Puritanismo inglés que se extendería por buena parte del mundo. Con respecto al Pietismo, hay que indicar que se inició una lucha por volver a los principios bíblicos y teológicos. Estos deberían permear a todo el conjunto de los creyentes. El destacado sacerdocio universal tendría que llevar a los creyentes a cultivarse por iniciativa propia en el desarrollo de las enseñanzas bíblicas, orando, sirviendo y buscando la dirección de Dios.

 

Los Moravos encabezados inicialmente por el Conde Nicolaus Ludwig von Zinzendorf (1700-1760), discípulo de Spener, tendría un ámbito internacional, con un enorme celo misionero. Formaría parte de los hermanos moravos, motivándolos en la importancia de compartir el Evangelio en países que no conocían nada de Cristo. Este impulso evangelizador, se daría por la forma en la que Las Escrituras se vivieron por aquellos protestantes que deseaban una relación con Dios de forma genuina y con la acción necesaria. Recordemos que la traducción de la Biblia a las lenguas vernáculas sería fundamental; pero, también lo fue ese enfoque renovado y potenciado de la educación y de la pedagogía que formaría parte de todo ello. Hay que tener en cuenta, que Juan Amós Comenius (1592-1570) es reconocido como el «padre de la pedagogía moderna», y que este era un pietista moravo. Estos movimientos comenzarán a conocerse y a llamarse evangélicos.

 

El Metodismo, con sus precursores John Wesley y su hermano Charles, buscarían que la Iglesia Anglicana estuviera más cerca del Evangelio, procurando distancia con las estructuras romanistas. Todos estos movimientos entendían que la renovación debería ser algo constante, y aún con diferentes énfasis doctrinales destacaría la importancia del estudio de la Biblia, la oración y la implicación de la fe con las necesidades sociales. Se reclamaba una moral más cristiana y acorde a los principios bíblicos, pero, además sería necesaria una fe genuina. Esto último supuso un tremendo cambio, pues de otra forma, «una buena conducta sin una sujeción a Dios podría configurar una situación distinta.

 

Los Hermanos de Plymouth se formarían de entre los congregacionalistas, de donde surgirían los que serían conocidos como «Hermanos de Plymouth», llamados también «Hermanos», o «Asamblea de Hermanos». Serían grupos independientes, que, sin ponerse de acuerdo con otras congregaciones, se formarían para estudiar la Biblia acercándose a una relación personal con Dios, libre de rígidos rituales y ceremonias, para tener un culto sencillo y familiar.  España sería un reto para los misioneros ingleses de las Asambleas de Hermanos. Se concentrarían especialmente en sus visitas de Galicia, Madrid y Cataluña, donde actualmente hay más congregaciones. Edmundo Woodford, sería uno de los referentes de las Asambleas que llegó a Galicia en 1919.

 

Presbiterianos o Reformados, tenderán a unirse y a organizarse con sus propios presbiterios a nivel nacional o regional; pero, también formarán parte de distintas organizaciones, incluso mundialmente: Conferencia Internacional de Iglesias Reformadas, Concilio Ecuménico Reformado, Alianza Mundial de Iglesias Reformadas, Comunidad Reformada Mundial, Comunión Mundial de Iglesias Reformadas. En España destacará la Iglesia Evangélica Española (IEE), así como la Iglesia Reformada Episcopal Española (IERE).

 

Los Bautistas se cree que se originaron en el siglo XVII en Inglaterra, como una parte del movimiento separatista del puritanismo. Alrededor del 1633 el bautismo llegó a ser una cuestión candente entre los puritanos. Como resultado del estudio bíblico, varios sectores del movimiento rechazaron el bautismo infantil, practicando el bautismo por inmersión. Fueron llamados bautistas. En España son muchas las iglesia bautistas, estando su mayoría agrupadas en la Unión Evangélica Bautista de España (UEBE).

 

Iglesia de Cristo o Iglesias de Cristo, derivan de los «Discípulos de Cristo», y de este movimiento de restauración, también surgirían otras muchas iglesias independientes. Actualmente están en todos los continentes del mundo, aunque se iniciaran en Norteamérica.

 

Los Pentecostales o pentecostalismo se iría gestando en diferentes reuniones de avivamiento que se celebrarían en distintos lugares. El nombre «Pentecostal», ya nos da una idea general del énfasis en el que se circunscribe. En Pentecostés se cumple la promesa de la venida del Espíritu Santo, dándose el milagro de que todos podrían escuchar en su propia lengua la predicación del apóstol Pedro, lo que se suele conocer como «glosolalia». Además, se comienza a hablar del bautismo del Espíritu Santo, que entre los pentecostales se interpreta como una experiencia posterior a aceptar a Cristo, y que suele ser confirmada por recibir el don de las lenguas. Entre las denominaciones pentecostales, Asambleas de Dios sería una de las más grandes del mundo, representada en unos 190 países en la actualidad.

 

La Iglesia Evangélica de Filadelfia surgirá cuando personas de la etnia gitana en Francia, que eran de diferentes lugares, y que trabajaban allí, en la vendimia, también conocieron el Evangelio. Entre estos estaría Emiliano Jiménez Escudero (1931-2011), «el Hermano Emiliano», que vivía con su mujer en Francia. Este se considerará el fundador de la iglesia gitana evangélica en España. El primer lugar donde comenzó su trabajo evangelizador entre los gitanos fue en Bilbao y posteriormente en Santander, teniendo un gran impacto

 

Pero, nos dejamos otras muchas denominaciones en el tintero, como los Cuáqueros, los Anabautistas, incluso el mismo Ejército de Salvación, la Iglesia Cuadrangular, etc. Además se omite mucho, y mucho bueno del desarrollo de todos estos movimientos; que no hay por qué entenderlos como segmentos divisorios del protestantismo o de los evangélicos, sino como la expresión del pueblo evangélico en sus espectro más amplio y enriquecedor, que nos invita a armonizar para expresarnos y ser más fuertes en Cristo.

 

Además hay que tener en cuenta, que además de las denominaciones históricas y más destacadas, existen un buen número de congregaciones o iglesias, que se pueden formar de manera independiente, sin que formen parte de algunas de las denominaciones mencionadas. Esto supone una realidad mucho más amplia, de lo que son y de lo que ofrece el pueblo evangélico en general.

 

Recuerdo las palabras de mi profesor de Teología, Don José Borrás Cerveró, en la Facultad de Teología UEBE, en aquel tiempo Seminario Teológico Bautista Español, que haciendo referencia a las muchas denominaciones evangélicas, nos decía que para que lo entendieran los no evangélicos, tendríamos que explicar que esto es algo parecido a la Iglesia Católica, que tiene diferentes órdenes, como franciscanos, dominicos, agustinos, jerónimos… Alguna similitud puede haber para que puedan entender, que tener diferentes denominaciones en el seno del pueblo evangélico, no es división, sino avance en el servicio y proclamación del Evangelio, por el compromiso y participación de los creyentes; pero, en realidad es muy diferente a las órdenes existentes en el ámbito católico. Podemos usar lo anterior como una mera ilustración, pues se hace necesario aclarar, que los evangélicos en conjunto forman parte de «la iglesia de Cristo».

 

Como decíamos antes, las iglesias locales tienen sus propias características, entendiendo que en su conjunto, el Espíritu Santo guía y muestra acciones diferentes, que conforman es el proyecto de Dios, para alcanzar a este mundo para Cristo, y experimentar esa salvación que trae sentido para nuestro tiempo, y esperanza de vida eterna a los que creen

 

Cfr. Juan Manuel Quero Moreno. Teologismos: una perspectiva diferente. Málaga – Historia de la Iglesia a través de los avivamientos. Málaga: Impresión Quares, 2022, pp. 245-274.

 

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